Las papas fritas refrigeradas, esas delicias crujientes por fuera y suaves por dentro, han sido un alimento básico en nuestra cocina durante generaciones. En este artículo te invitamos a explorar el mundo de las papas fritas refrigeradas, contando su historia, su proceso de elaboración y destacando a las personas que ayudan a hacerlas tan deliciosas. Para ello, tuvimos la oportunidad de conversar con Yves Legrand (director de ventas y logística refrigerada para Europa), Dimitri Tieberghien (director de unidad de negocio) y Jan De Coninck (director de producción). Juntos, vayamos detrás de escena de estas papas fritas para vivir una experiencia gourmet enriquecedora.
El nacimiento de las patatas fritas refrigeradas: una evolución apasionante
Según Yves Legrand, director de Logística y Ventas de Chilled European, la introducción de patatas fritas refrigeradas en el mercado en 1998 fue un momento crucial para Lutosa. Explica que “la idea de ofrecer patatas fritas refrigeradas nació de la creciente demanda de los consumidores que buscaban una opción más auténtica y fresca”. Esta decisión supuso una auténtica innovación para Lutosa al resaltar el sabor auténtico y la textura excepcional.
El lanzamiento de este producto fue el resultado de una reflexión cuidadosa y respuestas rápidas a las necesidades cambiantes de los consumidores. Yves Legrand recuerda que “fue un momento decisivo en el que se tuvo en cuenta la creciente demanda de más autenticidad y frescura, impulsando así las patatas fritas refrigeradas al primer plano”. Esto demuestra la capacidad de la empresa para aprovechar las oportunidades y adaptarse a las cambiantes preferencias de los consumidores.
El Arte del Proceso de Fabricación: Tradición y Calidad
La creación de patatas fritas refrigeradas se basa en una sutil mezcla de tradición y tecnología. Todo empieza con una cuidadosa selección de patatas, como explica Dimitri Tieberghien, Business Unit Manager de Lutosa. Cada variedad es cuidadosamente elegida para garantizar una calidad óptima, sentando así las bases de esta aventura gustativa. Jan De Coninck, director de producción, destaca el innovador proceso de enfriamiento que preserva la frescura de las patatas fritas a temperaturas entre 0°C y 4°C. Los ajustes inteligentes en el embalaje, como la adición de gas natural, mantienen la calidad en su punto máximo.
La calidad y la seguridad alimentaria son la base de la producción de patatas fritas refrigeradas. Dimitri Tieberghien destaca las estrictas medidas implementadas para garantizar que las patatas fritas permanezcan libres de gluten y alérgenos, brindando tranquilidad a los consumidores. El uso exclusivo de aceite de girasol, además de mejorar el sabor, aborda preocupaciones ambientales y de salud.
Diversidad de Sabores y Autenticidad
Lo que hace especial la gama “Chilled” son los diferentes cortes que ofrece. Yves Legrand destaca que “estos cortes específicos ofrecen una variedad de opciones, desde muy crujientes hasta fundentes, creando una sinfonía de sabores y texturas para satisfacer todos los paladares”. El corte Belgian Fries, que recuerda a las patatas fritas cortadas a mano, añade un toque auténtico a las patatas fritas refrigeradas, haciendo que cada bocado sea único.
El auténtico sabor de las patatas fritas refrigeradas reside en que no están congeladas. Según Jan De Coninck, es este proceso el que marca la diferencia: “Las patatas fritas refrigeradas conservan su sabor original, a diferencia de las congeladas. Las patatas fritas con piel añaden un toque rústico, recordando el sabor natural y fresco de los ingredientes”.
Asesoramiento comercial: popularidad creciente
Yves Legrand, como Director de Ventas para Europa y Logística Refrigerada, comparte una perspectiva única sobre la popularidad de las patatas fritas refrigeradas: “No es sólo un producto, sino una experiencia de sabor que trasciende fronteras. La calidad inigualable y el sabor auténtico se han ganado los corazones de los consumidores”. alrededor del mundo.”